6 de febrero de 2012

Cinco formas de nacer

El domingo 29 de enero El País Semanal publicó un reportaje muy interesante sobre las diferencias que existen por nacer en un determinado lugar del mundo. Su lectura es muy recomendable. Las fotografías, además, hacen la comparación entre los mundos mucho más evidente. También trata el tema del desmesurado crecimiento de la población




El reportaje se titula "Unos 300 niños nacen en el mundo mientras usted lee esta página". Aquí está la introducción literal del artículo:

Eso si tarda un minuto. Porque si se demora una hora, serán 18.000 los recién nacidos; en un año alcanzarán los 150 millones; 1.070 varones por cada 1.000 niñas. La manera como se viene al mundo depende del mundo al que uno viene. Así, de ellos, cuatro millones no sobrevivirán al primer mes, y más de medio millón de mujeres fallecerán en el proceso de ser madres: una por minuto; 70.000 de ellas, menores. Si vive en Níger, tendrá muchas posibilidades de pasarlo mal: una de cada siete morirá durante el parto, mientras que en zona desarrollada será una de cada 8.000. Este reportaje retrata lo que representa esperar y tener un bebé en cinco lugares distintos a través de las historias de cinco primerizas: Reyes, Sandy, Angie, Vinotha y Deny.



Como dice, el reportaje muestra las historias de cinco madres en cinco lugares diferentes del mundo. Esta es una pequeña lista con los nombres de las mujeres, sus edades, su ocupación y, por supuesto, su lugar en el mundo:
  • Reyes García, 32 años. Profesora de informática de Sevilla, España.
  • Sandy Bautista, 21 años. Estudiante en Pueblo Nuevo, en el sur de Lima, Perú. 
  • Angy Névarez (no indica su edad pero le estimo unos 35 años). Directora de eventos en Nueva York, Estados Unidos. 
  • Vinotha Balakannan, 25 años. Estudiante en Kanyakumari, India. 
  • Deny Boriba, 16 años. Ama de casa, Kafara, Mali. 
Podemos apreciar que en Nueva York y en España, que retratarían los países desarrollados, la embarazada primeriza tiene más años que en los países en vías de desarrollo, como Mali, India o Perú*. En los países desarrollados, la mujer ha logrado descoserse de la sombra del marido. En la actualidad, en estos países la mujer estudia, trabaja y vive su vida, en vez de vivir por contentar a su padre y después a un marido. De esta forma, la única ocupación de la mujer ya no es tener hijos, digamos que los hijos son un complemento y antes eran el objetivo principal. 

*(Personalmente, no creo que las condiciones de Sandy y de Deny sean las mismas, Perú y Mali no van en el mismo saco, ya que el primero es más desarrollado que el segundo. De todas formas, la comparativa más clara sería la del mundo desarrollado y el subdesarrollado) 

En cambio; en Perú, en India y en Mali la mujer es mucho más joven. En el caso de Mali es exagerado, tiene la misma edad que yo; por ejemplo. Si bien es cierto que en los países desarrollados también se dan embarazos a los 16 años; se trata de dos casos completamente distintos. En el caso de Deny no es un desliz, se trata de algo habitual. Como decía, "la mujer sólo sirve para tener hijos, cuanto antes los tenga, más podrá tener y así mejor." 



Una de las comparativas muestra fotos de cada una de las salas médicas a las que acuden las mujeres del reportaje. Las cinco tienen la suerte de tener asistencia médica.
En India, la sala es oscura, se ve anticuada, pero parece estar equipada con los instrumentos básicos; una camilla, una lámpara y pequeños artilugios médicos en un aparador frente a la mesa de madera del doctor. 
En Mali, una camilla cubierta a la mitad por una pared, una caja de cartón, dos sillas diferentes y una primitiva camilla móvil comparten la sala. 
En Perú, la sala se compone únicamente de una camilla de ginecólogo y una cortina tras la que parece haber un armario. 
En España una sala bien iluminada, más y mejor equipada con sillas acolchadas, camilla con lupa, mesa con ordenador, una estantería y otros artilugios. 
Menos cálida y acogedora que la española, la sala de Estados Unidos se compone por una banqueta acolchada con ruedas, una camilla acolchada también y una máquina con un monitor que supongo sirve para realizar exploraciones. 




En la siguiente página los bebés han llegado. Reyes descansa feliz en el hospital español junto a su hija, pasará unos días allí, recibiendo obsequios, visitas y todo tipo de cuidados hasta que vuelva a su casa y coja una baja de maternidad para cuidar de Reyes, su hija. Deny camina por el campo de Mali sujetando a su hija Awa a la espalda. Angie, que seguramente también se quedó unos días en el hospital, dio a luz a Bowe. El padre del niño grabó el parto y en su salón ya tiene un colorido móvil para que el niño se divierta desde el primer momento. Le organizan una fiesta al recién nacido llamada "Baby Shower". Sandy posa feliz con Álvaro, al lado Vinotha agarra a Amaze en sus brazos. 


En la última página aparecen cinco fotos otra vez. Ahora, cada bebé en su cuna o cama; excepto Awa (Mali), quien aparece metido en un barreño al lado de una lata de metal oxidada mientras su abuela lo baña. 

La población mundial continua creciendo de forma más que alarmante. El año pasado, alcanzó los 7.000 millones de personas. De todos modos, las cifras registradas no son totalmente reales ya que hay población no registrada, sobre todo en países asiáticos o regiones de África. Aunque la diferencia pueda ser mínima, con el paso del tiempo podría provocar cifras mucho mayores. 
En relación con el reportaje, el mayor crecimiento se registra en áreas poco desarrolladas, como África o Asia. En cambio, en Europa y Norteamérica el crecimiento es mucho menor.
En la actualidad se ha creado un complejo debate sobre este tema. ¿Se acabarán los recursos? Lo más probable es que así sea si no se toman medidas pronto. Vivimos en un planeta con recursos finitos, mientras nuestras necesidades y demandas parecen acercarse cada día más a la indeterminación infinita. 




Gráfico del periódico El País. A la izquierda la población mundial. En la derecha, un mapa sobre la población por continente del reparto de la riqueza y la calidad de vida. 


Como siempre defenderé, hay que empezar por la educación. En los países desarrollados, debemos aprender a ser menos egoístas, limitar nuestras necesidades y darnos cuenta de que el mundo no nos pertenece. Quizá el incremento de la población y los problemas en países como África queden en segundo plano debido a la crisis económica; de todos modos, aún en la peor de las crisis, nuestra calidad de vida seguiría siendo muy superior a la de los países subdesarrollados. En estos países la mujer debe tomar fuerza y su imagen como simple creadora de vida debe ser eliminada. La mujer debe estudiar y trabajar, de ese modo la riqueza del país en cuestión mejorará y la natalidad descenderá. 





María Sanz 

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